lunes, 16 de septiembre de 2013

Nuestros cuerpos brillan!!

Acabo de leer un relato en el que una masajista profesional, Dale Favier, habla sobre el brillo que emanan todos los cuerpos tendidos en su camilla y sobre cómo cada uno de estos es bello. Pienso que realmente es así, que cada parte de nuestro cuerpo es bella y cada una de nosotras brilla por esa belleza. 

No tenemos que parecernos a nadie más que a nosotras mismas, ni tampoco lucir más jóvenes, más flacas, más altas, más gordas, más rubias, más lacias, más bronceadas o más pálidas, que nosotras mismas o que cualquier otra.

Durante el embarazo y la maternidad nuestros cuerpos nos muestran el milagro de la vida. La forma en que nuestros vientres crecen y crecen y la piel se estira y estira y se sigue estirando hasta el último minuto de dar a luz. Nuestros cuerpos alojando otra vida y dos corazones latiendo dentro nuestro. Nuestros  pechos agrandándose y llenándose de leche... Y todo lo que ocurre por dentro y no podemos verlo. Es realmente un milagro, el milagro de la vida!!!



Ante esa naturaleza de mi cuerpo, ante esa capacidad de expandirse, crecer y ensancharse, dar cabida a otra vida y luego contraerse, reducirse, achicarse, yo me rindo y me postro en actitud de gratitud y asombro infinito! Y soy incapaz de verme al espejo y rechazarme, porque me suena a un acto de ignorancia y soberbia frente a la vida.

¿Cómo rechazar esa barriguita que te queda colgante después de dar a luz, si fue allí donde alojaste al ser que ahora alumbra tus días? ¿Cómo rechazar esas pequitas que te salieron en el rostro, si son tatuajes naturales de la época en que estuviste embarazada? ¿Cómo no amar tus piernas que con o sin celulitis aguantaron durante meses otra vida más sobre ellas y luego se abrieron en un acto de entrega infinita para dar paso a esta última? ¿Cómo no amar cada rinconcito de nuestro cuerpo de mamá si fue el instrumento perfecto para crear y dar vida?



Definitivamente hay algo de magia en la forma en cómo nuestros cuerpos se expanden durante 10 meses para luego contraerse, en cómo crecen y luego decrecen, en cómo la piel se estira y luego se contrae y sobre todo en cómo nuestra sangre se convierte en leche, haciendo que nuestros pechos crezcan como dos lunas para alimentar a nuestros pequeños soles.

La magia que poseen nuestros cuerpos de mujeres para crear, albergar, dar y alimentar vida es lo que nos hace brillar -no como simples, pintadas, operadas y retocadas estrellas de Hollywood-, sino como verdaderas estelas incandescentes en el firmamento. 







jueves, 12 de septiembre de 2013

Viajar con bebés, toda una aventura!!!

Mi bebé cumplió 16 meses hoy. En su corto tiempo de vida ya conoce 3 continentes, 7 países, una decena de ciudades y ha realizado un montón de excursiones. Hemos viajado en avión, en ferri, en metro, en tren, en carro, en barco, en lancha, en barco con motor afuera (outrigger), en tractor y a pie.


Mi esposo y yo amamos viajar. Nos conocimos cuando él llegó a Bolivia de vacaciones y hemos visitado muchísimos lugares juntos. Nuestro amor fue creciendo entre noches en carpa alumbradas por luciérnagas en los valles colombianos, paseos por las llanuras del pantanal, cenas románticas frente a la playa y fiestas divertidas en lugares locos y remotos.


Cuando me embaracé continuamos viajando y yéndonos al campo cada que podíamos, a dormir escuchando el croar de las ranas y despertar con el canto de los pájaros.

Luego nació Oliver y desde que era muy chiquito lo llevamos al campo, a que conozca los árboles, las flores y los pájaros, aunque esperamos a que cumpla 6 meses para viajar en avión por primera vez. Y desde entonces hemos realizado un montón de viajes y paseos juntos. Por ello se me ocurrió pasarles algunos consejitos que a nosotros nos han servido mucho cuando hemos ido de viaje.



Equipaje

1. Mientras más chiquitos necesitan más cositas personales. Además de su ropa, biberones, mordedores, juguetitos, mantitas etc. A mí me funcionó muy bien llevar su asiento de baño. Cuando llegué a mi ciudad de destino me compre un bañador de plástico del mercado y así pude continuar sin problemas con nuestra rutina de baño antes de acostarse.

2. Es aconsejable llevarse una buena cantidad de pañales, ocupan espacio, pero es mejor a luego estar en correteos de comprarlos y talvez no encontrar la misma marca o talla. Lo mismo recomiendo con la crema de pañal y las toallitas. (Sobre todo si son de 6 meses o menores, pues cuando son más grandes ya es más fácil que se acomoden a todo)

3. Si viajan a un lugar frío y llevan ropa abrigada, aconsejo llevar un par de mudas un poco más ligeras y viceversa. A veces el clima nos da sorpresas y es mejor tener todo listo.


Papeles

1. Tener los papeles (pasaporte, carnet de identidad y permiso de viaje, en caso de que el padre o la madre no esté viajando con el bebé) listos con anticipación.

2. En Bolivia el permiso de viaje no es necesario cuando se realizan viajes a nivel nacional. Pero si el bebé viaja al exterior sólo acompañado de su mamá o papá, entonces se necesita llevar el permiso de viaje. Este tiene una duración de 90 días. También lo piden al regresar, entonces no lo pierdan. Se tramita en el Juzgado del menor. 


Viaje

1. Aconsejo llevar el coche del bebé. Es cómodo para las esperas en los aeropuertos y además uno lo puede llevar hasta la misma puerta del avión. Inclusive pueden utilizarlos para cambiarle ahí el pañal  en aeropuertos donde los baños no tienen cambiadores. Para este fin es mejor llevar los coches que se cierran como paraguas.



2. En lugar de una pañalera para colgar al hombro, aconsejo llevar todo lo necesario en una mochila. De esta manera siempre tendrán ambas manos libres para cargar al bebé, cerrar o abrir el cochecito, mostrar los papeles en el mostrador, cargar las maletas, parar el taxi etc.

3. Si viajan en avión, pidan que les den una cuna. Háganlo con anticipación porque sólo se las puede acomodar en los asientos de adelante. Las cunas aguantan hasta 11 kilogramos y miden 81 cm. La primera vez que viajamos a Inglaterra, pedí cuna para el tramo Sau Paulo - Londres, la verdad es que casi no la utilizamos por mi gordo prefirió dormir sobre mi pecho toooooda la noche, pero es bueno tener la opción. Hay bebés que toman mamadera y se duermen felices en sus cunitas, el mío prefirió dormir encima mío. :)

A veces pienso que algunos bebés lloran muchísimo en los aviones porque no tienen el contacto con sus madres. En ese mismo vuelo, en la misma fila, había una mamá con su bebita. La mamá se empeñó en ponerla en la cuna y darle la mamadera. Cada que la bebita despertaba y lloraba, la mamá no hacía más que moverla y acariciar la en la cuna, enchufarle el biberón o el chupón y tratar de hacerla dormir. Pero en ningún momento la cogió y acurrucó en sus brazos. No sé por qué. En cambio yo, sentí que mi bebé necesitaba acurrucares en mi pecho, sentir mi olor, escuchar mi respiración y los latidos de mi corazón para sentirse a gusto en un ambiente tan ajeno. Por eso, lo puse sobre mi pecho, y pese a que al día siguiente tenía la espalda partida, esa noche nos dormimos abrazaditos y calientitos. 



4. Si es menor de un año, lleven su comida. Cuando se viaja con bebés, las líneas aéreas permiten subir líquidos y compotas. Los líquidos deben ir en sus biberones.

5. El famoso algodoncito para los oídos, no sirve para nada. Si no quieren que a su bebé se le tapen los oídos denle pecho cuando el avión esté elevándose y cuando esté descendiendo. Si ya no toma pecho, denle un biberón o un chupón, lo importante es que succione, que mueva sus mandíbulas para que no se le tapen los oídos. Inclusive si mi gordo esta durmiendo, yo lo despierto para que en esos dos momentos tome pecho, eso me parece clave para tener un viaje tranquilo.

6. Lleven ropa abrigada para el avión, por que generalmente ponen aire acondicionado muy fuerte y el ambiente se enfría bastante.



7.  Lleven todo lo que necesitan para cambiarle de pañal en un neceser pequeñito y ténganlo a mano. Cambiar pañales en los aviones es muy difícil y muy incómodo. Ni soñar de llegar allí con toda la pañalera..... Es mejor llevar sólo lo necesario al baño.

8. Llevar un pequeño botiquín. Con algo para la fiebre, puede ser parecetamol, algo para los dientecitos, un termómetro y talvez algo en caso de que tenga dolor de estómago o dolor de oídos.

9. Si los bebés ya caminan, prepárense para recorrer los pasillos de aquí para allá. Lleven cositas, juguetitos novedosos para que se entretengan. Un globo o una pelota inflable son buenas ideas, porque no ocupan espacio y les entretienen muchísimo.

10. Por último aconsejo llevar una almohadita y mantita, porque a veces no te las proporcionan a bordo.



Y para las mamás

1. Ustedes deben hidratarse muy bien durante el vuelo, sobre todo si están dando de lactar. Si el viaje es muy largo es buena idea llevarse también una crema de hidratación y algún hidratante para los labios.

2. Coman y descansen muy bien antes de viajar, pues estos vuelos resultan muy agotadores y es difícil que nosotras podamos descansar, sobre todo si vamos solas con el bebé.


3. Viajen cómodas. En los aeropuertos internacionales una tiene que caminar mucho de una terminal a otra y yo aconsejo siempre viajar con zapatos planos y con ropa muy suelta. Por mí viajaría en pijamas! Y también piensen en algo cómodo para darle de lactar, pues en el avión tienes a tu vecino casi encima tuyo.

4. Pidan ayuda a la tripulación siempre que lo necesiten.

5. Relájense y disfruten!!



Feliz viaje!!!


jueves, 4 de julio de 2013

Quinua, miel, canela: mamás y wawitas felices!

Aún recuerdo las primeras mañanas de mamá, cuando por fin me lograba levantar de la cama, completamente exhausta después de haber dado de lactar a mi bebé tooooooda la noche. Me despertaba hambrienta y sedienta. Por lo general mi esposo ya se había ido al trabajo y me tocaba prepararme el desayuno. La mayoría de las veces era incapaz de dejara mi bebé recién nacido para ir a la cocina, pero cuando lo hacía, llegaba a la cocina y me preguntaba ¿Y ahora qué preparo de desayuno? No sé si les resulta familiar, pero a mí todavía me pasa algunas mañanas, entonces recurro a nuestro preciado granito de oro de los Andes.
Esta es una receta ideal para reponer todos los nutrientes y energía que necesitamos en esta etapa, y es muy fácil de preparar.

Leche de quinua con miel y canela
Esta es una receta facilísima y muy nutritiva para las mamás y sus bebés a partir del año. Pueden prepararla con o sin leche de vaca, como prefieran.

Necesitan:
- 1/2 taza de quinua
- 1 ramita de canela
- miel a gusto

Preparación
Hervir 3 tazas de agua con la ramita de canela. Cuando el agua esté hirviendo agregar la quinua y dejar que se cocine (entre 15 a 20 min.). Una vez cocida la quinua, si se desea, pueden agregar una taza de leche y dejar hasta que hierva. Si ustedes o sus niñ@s no toman leche de vaca no hay ningún problema, la leche de quinua (que es todo el líquido en el que se coció la quinua) es tan o más nutritiva que la de vaca. Para finalizar, agregan miel a gusto al momento de servir. (Ojito, nunca cocinen la miel).



Acompáñenla con unas tostadas en forma de flores, estrellas o corazones para sus bebés y tengan una feliz mañana!!!

Durante toda mi época de lactancia (13 meses y vamos por más) exclusiva (los primeros 6 meses) y a libre demanada hasta ahora, la quinua ha sido mi fiel compañera y se las recomiendo a todas ustedes!!


jueves, 27 de junio de 2013

Como un árbol en flor

Esta mañana tomé esta fotografía en mi jardín y me recordó a cuando estaba embarazada, pues pienso que durante el embarazo las mujeres florecen.


Inclusive en los países de habla inglesa le dan el nombre de "blooming stage" (etapa floreciente) al periodo de embarazo en el que las nauseas de las mañanas, el cansancio y los repentinos cambios de humor quedan atrás y las mujeres se convierten en hermosas y radiantes criaturas de piel tersa y cabellos brillantes.

Yo me sentí en ese estado de florecimiento de principio a fin, desde el día que confirmé mis sospechas de embarazo, hasta el momento que nació mi pequeño. Tuve náuseas sólo un par de veces, no padecí dolores de espalda ni de ningún otro tipo, tampoco tuve calambres y las madrugadas de insomnio las utilicé para meditar. Me mantuve activa, saludable y en una sintonía muy estrecha con mi bebé todo el  tiempo.

Hoy puedo decir que una de las épocas más bellas de mi vida fue justamente esa y que mi estado privilegiado de sentirme como un "árbol en flor" albergando más de una vida dentro de mi vida, se dio gracias a mis percepciones sobre la vida, la mujer, la maternidad, la belleza y el cuerpo, que, por supuesto, no tienen nada que ver con los cánones de belleza, ni las ideas de "liberación de la mujer" que te impone la sociedad occidental, machista y capitalista de hoy en día.

Durante mi embarazo me sentí dichosa de atestiguar el milagro de la vida pasando por mi cuerpo y apoderándose de él.

Este es un proceso tan mágico que aunque desde fuera sólo podemos ver como va creciendo la barriguita, lo cual es un deleite en sí mismo, sabemos que por dentro ocurren cosas maravillosas que muchas veces ni la ciencia ha podido explicar.

Y así, poquito a poco, nuestros pequeños garbanzitos van creciendo y cobrando la forma de pequeños seres humanos en su burbuja de cristal; meciéndose al ritmo de nuestros pasos, alimentándose con nuestra sangre y acurrucándose  en la oscuridad y calidez de nuestros vientres.

A todas las mujeres que están sintiéndose como un hermoso y frondoso "árbol en flor", les regalo la flor de mi jardín y esta canción...











miércoles, 26 de junio de 2013

Madre selva, madre tierra, madre todo

Quiero iniciar este blog con una fotografía que tomé de una madre y su bebé el año 2004 en Asunción del Quiquibey - Parque Nacional Pilón Lajas, Bolivia.

En esa época, acababa de terminar mis estudios de antropología y estaba realizando una primera entrada de campo en esta comunidad para estudiar la medicina tradicional del pueblo indígena Tsimane. 

Ese día baje al río y vi cómo esta madre llegó cargando a su niño y un montón de ropa sucia en su espalda. Llegó a la playa, descargó su atado, puso la ropa a un lado y encima puso al bebé. Luego buscó tres palos largos, como de dos metros cada uno e hizo con ellos un trípode que enterró en la arena.

Se acercó a su bebé y jugó un rato con él, luego lo amamantó y el bebé se quedó dormido. Entonces, ella lo envolvió en un pedazo cuadrado de bayeta y amarró las puntas en el centro del trípode. El bebé quedo colgando como una perfecta cucuna. Posteriormente la madre se alejó y se dio a la tarea de lavar la ropa y enjuagar sus penas en el río.

Han pasado 9 años desde entonces, y aunque yo andaba dedicada a viajar, estudiar y meterme en la selva bajo cualquier pretexto, creo que ya intuía la belleza de la maternidad. Hoy miro la fotografía, y leo el poema que escribí inspirada en ella, la mujer del río, y me asombro porque es como si en ese entonces, y sin ser madre aún, me hubiera reflejado a mi misma hoy, viviendo el proceso de la maternidad de una manera tan sentida como nunca antes lo habría imaginado.

El poema "Madre selva, madre tierra, madre todo" lo escribí sólo 3 años después, a fines del 2007, cuando la Oficialía Mayor de Culturas de La Paz, me invitó a realizar una exposición fotográfica y quise acompañar todas mis fotografías con un pequeño texto o poema. La exposición se llamó Nayra y esta fotografía se llamó   "Madre selva, madre tierra, madre todo", que les inspire y la disfruten.

Madre selva, madre tierra, madre todo
Mi sueño
mis noches en vela
tus llantos sin consuelo
mis pechos, tu alimento
mi vientre, tu refugio
tu inocencia, mi delirio.
Tú, mi niño, llenas mis días
de inmensa alegría

Tú mi fuente, tú mi raíz
tú mi luz, tú mi luna,
El sol y todas las estrellas
tu risa, la mía.
Tú mi madre,
mi madre tierra,
mi madre selva,
mi madre todo.